domingo, 5 de mayo de 2013

Rebeldía... ¿deliberada?

A raíz de varias conversaciones y lecturas, últimamente me he topado una y otra vez con el tema de las provocaciones y la falta de obediencia por parte de la sumisa, lo que hace que los Dominantes que las frecuentan se lo piensen dos veces a la hora de ponderar sus aptitudes para la sumisión. He de confesar que mi sorpresa es mayúscula cada vez que un Dominante dice que quiere algo estable e intenso, para afirmar seguidamente que lo que más aprecia es la obediencia y docilidad que, por supuesto, tienen que venir de serie porque, ¿qué clase de sumisa poseerían si no? Pues… la verdad… lo siento pero algo se me escapa entremedias.

Dentro de las múltiples maneras de vivir el bdsm, personalmente encuentro, muy a grandes rasgos, dos grupos: los que viven su rol con una persona en particular como algo limitado en el tiempo, es decir: quedamos, tú mandas, yo obedezco, pero si luego sale la fiera que llevo dentro, ya no estamos en sesión, ya no interpretamos un papel, así que aquí paz y después gloria. Y la otra, aquella en la que el rol entre las dos personas se mantiene de forma continuada, lo cual no quiere decir que esté siempre ejerciéndose, pero sí que está latente. Que aunque de una forma más relajada, se siguen cuidado las formas, los gestos, el tono de voz, los detalles. Sin entrar en si esto último sería lo que algunos entienden por una relación 24/7 (cada uno lo verá de una manera y tampoco considero que sea de capital importancia para el tema tratado), hablo fundamentalmente de dos personas que han establecido entre ellas una forma de relacionarse que siempre es Dominante/sometida, no sólo motivada por un pacto previo, sino por una autoridad interiorizada por ambas partes que impregna por completo la relación, si bien dicha autoridad se manifiesta de forma más o menos acusada según las circunstancias. En los dos casos existe la posibilidad de que la sumisa muestre signos de rebeldía, sin embargo… ¿es en ambos casos una provocación? Y de ser así ¿es siempre premeditada, racional? ¿Cuál es el origen y la finalidad de este comportamiento?


La diferencia entre un caso y otro radica, desde mi punto de vista, en el nivel de intimidad de la sumisa al que el Dominante quiera acceder, y al que la sumisa quiera (y consiga) llegar a dar acceso. Si la relación D/s está limitada al ámbito de las sesiones, será considerablemente más fácil para la sumisa comportarse dócilmente, ya que los momentos se pactan de antemano, e independientemente de si los participantes de conocen mucho o poco, a priori parece más fácil mostrar sumisión durante un tiempo limitado y más o menos previsto de antemano, que hacerlo en los momentos en los que no te apetece, has tenido un mal día, estás cansada, etc. En este caso, las provocaciones que se den, se deberán en su mayoría (o al menos así lo veo), por una voluntad  de crear un duelo de tira y afloja por parte de la sumisa, que el Dominante podrá tolerar o no en función de si disfruta de este tipo de batallas y de lo que espera obtener de la sesión. Para gustos, colores. En este caso, la puntualización de “no me gustan las sumisas que provocan” podría entenderse como una preferencia de juego más, como una opción. Como el que dice que prefiere tales prácticas a tales otras. 

Sin embargo, ¿qué sucede en caso de que el Dominante quiera explorar todos los rincones del alma de su sumisa? ¿Es realista esperar que una persona se someta de buenas a primeras y sin rechistar jamás a los designios de su Amo? Y en caso de ser así ¿cómo sabría éste que la habría dominado, que la habría domado porque es Él y no cualquier otro? Personalmente, considero que, de forma inevitable, en este caso se darán manifestaciones de rebeldía bastante más contundentes que en el caso anterior, pero no ya provocadas por un afán “juguetón”, sino por el instinto más fuerte de todos: el instinto de supervivencia. Sería iluso pensar que hay quien no tiene temores, traumas e incoherencias, por muy fuertes, decididas y seguras que parezcan algunas personas. Precisamente por este motivo, parece lógico que una persona se resista a que otra penetre los rincones más celosamente salvaguardados de su interior pues, el acceso a estos, la hace forzosamente vulnerable. Es en este punto donde la sumisión se hace extremadamente difícil. Donde, por un lado, quieres deshacer todos esos nudos pendientes con otra persona para obtener algo manejable sin incoherencias pero, por otro, no puedes evitar el impulso de reservarte parcelas como refugio seguro en caso de emergencia.
 

 

Y aquí es donde hacen gala de aparición la rebeldía y el desafío, pero no de forma premeditada, sino porque desaprender lo aprendido para sobrevivir en la jungla diaria en la que nos manejamos, e interiorizar un grado de confianza tan alto hacia otra persona, sólo puede darse mediante una espiral de retroalimentación en la que el Dominante va ganándose la confianza de la sumisa demostrándole que no va a utilizar ese privilegio informativo sino de forma constructiva para ambos, y ésta a su vez va entregando poco a poco la llave de sus accesos más recónditos al Dominante. 

Y… ¿cuál sería el camino para conseguir esto? Teniendo en cuenta que a las fórmulas mágicas las suele traicionar el tiempo, y que cada pareja tendrá sus códigos, en líneas muy generales y únicamente a título de conclusión personal, me atrevería a apuntar hacia una fuerte voluntad y equilibrio razón-intuición por parte de la sumisa, y una gran claridad de ideas y firmeza por parte del Dominante que, aunque debe tener una gran empatía para obtener de su sumisa la información que necesita y comprenderla, también debe poseer mucha decisión para que no le tiemble la mano a la hora de erradicar este tipo de comportamientos indómitos, aplicando a menudo medidas que no serán del gusto o la apetencia de la sumisa en ese momento. Pero… ¿no es eso lo que en el fondo quieren los dos, aunque por momentos y sólo aparentemente no sea así? A la larga, esta sucesión de batallas ganadas, aunque en la inmediatez no parezcan victorias dulces, son las que a mi parecer van estableciendo y reforzando el sentimiento de Dominio y sumisión. Las que permiten ir eliminando las aristas para dar paso a formas que puedan adaptarse y fluir, encaminadas siempre hacia el afinamiento de un proyecto común.

 
Como siempre, cualquier petición puede ser válida mientras sea coherente con lo que se ofrece y se pretenda obtener a través de ella.

4 comentarios:

  1. Hola lionne
    Leí tu post hace unos días ya, me impactó, de verdad, no sabría explicarte la influencia que tuvo en mi manera de ver todo el conjunto de las relaciones D/s, me ayudó a comprender mis sentimientos actuales, mis emociones, y a partir de allí encarrilar por decirlo de alguna manera mi experiencia en este mundo, me gustó muchisimo tu reflexión, y lamento ahora no haberte dejado en ese momento un comentario, gracias por reflejar tus pensamientos en este espacio tuyo, a mi particularmente me ha ayudado muchisimo, me gustan tus post y siempre me digo que debemos agradecer siempre que nos permitais compartir estas vivencias, emociones y pensamientos,
    un beso muy grande y de nuevo gracias

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  2. Hola yara:

    La que tiene que darte las gracias soy yo por la sensibilidad de tus palabras, pues por mi parte estas reflexiones no son más que un intento de ordenar y entender un poco mejor cada día la forma en que siento e interacciono con todo lo que rodea esta forma de relación tan particular que es la D/s, y el hacerlo aquí simplemente permite compartir inquietudes y participar en un intercambio abierto de ideas con el que todos podamos matizar visiones mientras recorremos este emocionante a la par que laberíntico camino.

    Si en este caso más de una hemos conseguido deshacer algún nudo que se resistía, esto merece un brindis virtual por el pasito más que hemos dado ;-)así que gracias a ti por pasar por aquí y transmitir tus impresiones.

    Un besazo!

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  3. Me ha encantado leerte lionne, la verdad personalmente creo que explorar los laberintos en una relación D/s resulta muy enriquecedor tanto para quien cede como para el que domina, pero requiere armar con cuidado y esmero normas a medida para cada relación y eso requiere tiempo, dedicación,verdad,confianza,etc yo me quedo con tu conclución final donde dices: " a título de conclusión personal, me atrevería a apuntar hacia una fuerte voluntad y equilibrio razón-intuición por parte de la sumisa, y una gran claridad de ideas y firmeza por parte del Dominante que, aunque debe tener una gran empatía para obtener de su sumisa la información que necesita y comprenderla, también debe poseer mucha decisión para que no le tiemble la mano a la hora de erradicar este tipo de comportamientos indómitos, aplicando a menudo medidas que no serán del gusto o la apetencia de la sumisa en ese momento." bien merece la pena experimentar con el paso del tiempo el grado de complicidad,unión y plenitud que se establece entre quienes avanzan en la relación. Te dejo besitos desde mi pequeña orilla.

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  4. Hola alexia {All}, yo también creo que es un camino que brinda muchas posibilidades de crecimiento para ambas partes, aunque todo dependerá de lo que los propios integrantes estén dispuestos a ceder para ello (pues ya sabemos que casi nada bueno suele llegar gratis). En el fondo pienso que lo más básico de todo es que haya una coincidencia de valores personales y de visión de una relación D/s, pues a partir de esto lo demás podrá llegar con el tiempo y el trabajo conjunto. Pero si no se parte de aquí... veo realmente difícil llegar al puerto anhelado.

    Gracias por pasar por aquí y aportar tu opinión.

    Un beso y buen domingo!

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